miércoles, 8 de enero de 2014

Control



Me detuvo un guardia civil muy guapo y me pidió que soplara a través del tubito que salía de la máquina. Impulsé el aire con toda la fuerza de los pulmones, con confianza porque solo había tomado dos cocacolas.

Me dio las gracias tras comprobar que dos ceros aparecían en la pantalla.

En la siguiente salida me paré y les tuiteé un mensaje a todos los que seguían mi cuenta. Indiqué el punto kilométrico en el que habían puesto el control. Sonreí.

Hoy, sin embargo, estoy llorando porque he visto que alguien se desvió de esa carretera y se chocó con otro vehículo. Seis muertos, dos de ellos tenían menos de diez años. 

Uno de los conductores, uno de mis más  de mil seguidores en Twitter, dio positivo en la prueba de alcoholemia.

Macyo

1 comentario:

  1. En este relato podemos ver como actuar de forma "correcta" no es mejor forma de ayudar. Esa chica vio conveniente indicar el kilómetro donde hacían el control de alcoholemia para ahorrar a unos pocos pagar una multa, y lo que consiguió fue ocasionar un desvío de alguien borracho que conllevó a un accidente... Esa chica no lo haría con mala intención, es más, lo haría con la mejor intención del mundo, pero ese tweet ocasionó muertes. Con esta frase termino reflexionando...: Qué gran poder tienen las redes sociales hoy día, ¿no? El alcohol es la dinamita del accidente, pero..., ¿sabemos controlar el poder de interntet?
    ¡Buen microrrelato!

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