jueves, 5 de junio de 2014

ALMA PERDIDA



¿Madre? Bueno... no sé muy bien qué es tener una, apenas recuerdo a la mía... era tan pequeño, de mi padre, sin embargo, sí me acuerdo, al principio me encantaba estar con él. Era cariñoso, al menos conmigo, o eso creía yo... Mi padre nunca estaba en casa cuando yo llegaba de la escuela,siempre comía lo que podía hasta que él llegaba de trabajar; me daba un beso en la mejilla y se iba, nunca me decía a dónde , pero cuando yo ya estaba en la cama siempre lo oía entrar tropezando con todo, y lo vi tirado en la entrada con una botella debajo del brazo, casi vacía. Se levantó y me miró, con una de esas caras raras que tienen los papás que dan mucho miedo, yo nunca le había visto así...después de eso nunca más volví a ver a mi papá, veía todos los días a un hombre, y cada día mi pequeño cuerpo tenia un nuevo tatuaje, de esos que se van pero que te marcan para toda la vida. Cuando yo me marché tenía 10 años, ese hombre estaba en el baño, desmayado, me agaché, lo miré y le dije al oído: “papi, sé que estás ahí dentro, siento no saber cómo sacarte, …te quiero".



Noelia Luna Palomino

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