Noelia
tenia como amor a una botella hasta que esta le traicionó. Su madre
le convenció para que fuera a unas reuniones a las que iba gente
alcohólica, al principio no es que tuviera muchas ganas, no hablaba,
simplemente escuchaba, aunque eso no le ayudaba mucho. Pero su
interés cambiaría gracias a la llegada de un muchacho, que estuvo
al borde de la muerte. Se hicieron amigos, hablaban de lo que le
ocurrió a cada uno y aprendieron que los problemas no se arreglan
bebiendo, te ahogas con ellos. Se enamoraron y prometieron que si uno
caía, el otro estaría allí para levantarlo.
Alba
Román Sinoga
A veces, pienso que es bueno encontrar a esa persona que comparta las mismas experiencias que tú, y que si son malas juntos logréis salir de ellas. Cuando conoces a una persona que en su vida a pasado por lo mismo que tú, el camino para salir de todo lo malo se hace mas ameno y mas llevadero, y si uno cae, el otro intenta hacer que se levante sin volver a caer en la misma 'mierda' en la que estaba metida. Y así se dan cuenta que los problemas no se arreglan bebiendo, que apoyándose el uno con el otro no hay porque meterse a la mala vida.
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