lunes, 26 de enero de 2015

La fiesta que acabó mal.



Todo empezó un día en Valencia, un chico llamado Marcos, con tan solo 19 años fue una tarde a un bar con sus amigos a tomarse una copa, ya que era su cumpleaños. No se movían del bar, solo estaban bebiendo uno tras otro. Se les pasó la tarde rápidamente, y uno que estaba allí con él le dijo que se quedasen un rato más para tomar la última copa.

Todos los chicos aceptaron, menos las chicas que querían irse ya para la casa. Era las 20:00 h de la tarde pero como se lo estaban pasando muy bien decidieron quedarse toda la noche de fiesta, ya que era un día “especial” para ellos.

A Marcos se le hacía ya pesado beber cubatas pero él se los bebía para no quedar mal con sus compañeros y también porque pensó que si no bebía al igual que sus amigos, no se lo iba a pasar igual que aquellos chicos que estaba con él en su fiesta.

Más tarde, ya estaba borracho y se puso muy pesado con la novia; ella, que estaba viendo la situación en la que estaba su novio, no quería ir con él; Marta, que así es como se llamaba la chica, le dijo que la dejase en paz, que no sabía lo que estaba haciendo y el le soltó un guantazo. Ella ya no quería saber nada de él y se fue. Al día
siguiente, el chico quería hablar con ella y ella le explicó lo que pasó, el chico se dio cuenta lo que hacía los efectos del alcohol y ya no volvió a beber más.

Cristina Salguero

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