Manuel era
un chico listo, alegre y muy simpático, pero todas esas facetas positivas de su
persona cambiaron tras la muerte de su padre, cuando él tan sólo tenía 15 años.
Para llenar aquel vacío que dejó su padre empezó a beber alcohol, fumar cosas
que no debía y a traficar con drogas para conseguir dinero para comprar
alcohol.
Al cabo de 2
años, Manuel conoció a una chica llamada Lucía, de la cual él se enamoró; pero
había un inconveniente: ella no quería vivir la vida que él llevaba. Manuel
decidió cambiar para conquistar a Lucía y así lo hizo. Eran bastante felices,
Lucía pudo llenar el vacío que Manuel llenaba con alcohol.
Pasaron los
años pero aquella relación tan bonita terminó, ya que ambos no conseguían
comprenderse. Manuel, al pasarlo tan mal, volvió a recaer en el alcohol y en las
drogas; en tan sólo unos meses, Manuel cambió por completo tanto físicamente
como psíquicamente. A raíz de este cambió hizo que ingresara en un centro de
desintoxicación. A los pocos días de ingresar Manuel falleció y, en el entierro, uno de los pocos amigos que le quedaba le dedicó está frase “Manuel creías que
el alcohol era tu amigo, pero acabó contigo”.
Miriam Ruiz
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