Empecé a beber alcohol a los quince
años, solamente lo tomaba en las fiestas. Conforme pasaban los años
empecé a beber todos los fines de semana y, finalmente, bebía a todas
horas. Acabé sin trabajo y mi novia me dejó, aunque la comprendo.
No sabía qué hacer, creía que lo único que podía hacer era seguir
bebiendo, hasta que me di cuenta de que tenía realmente gente que me
apoyaba y me podía ayudar, mis padres. Ellos me llevaron a un centro
de rehabilitación y allí conseguí dejar aquella droga que me
estaba destrozando por dentro y la vida.
Alba Román
No hay comentarios:
Publicar un comentario